Luego de tres años, el mes pasado volvió a la presencialidad el evento de la moda más grande en Colombia. Del 19 al 21 de mayo el Bogotá Fashion Week funcionó como vitrina al mundo. Prints coloridos, conjuntos monocroma y bordados fueron los destacados. Más de 100 marcas, pasarelas, charlas y tiendas pop-up.
La moda colombiana fue la protagonista de la ciudad durante tres días, donde diseñadores consolidados, así como nuevos talentos, presentaron sus novedades a lo largo de 16 pasarelas.
Entre los desfiles más aplaudidos estuvo el de Carolina Estefan, quien hizo un homenaje al caribe colombiano con su colección Paloemango, en la que predominan los prints llenos de color, con motivos de la flora y fauna nacional.
Otro nombre destacado fue el de Manuela Álvarez, con su línea Flor de Venus, que presentó piezas monocromáticas. Fiel a su estilo, estas lucían textiles artesanales.
De la moda masculina llamó la atención Pakel, de la firma Cubel. A través de sus prendas bordadas representó la iconografía de la cultura maya.
El desfile que cerró el evento y se llevó las ovaciones del público fue el de Carlo Carrizosa, con Valentina, colección que destacó por sus tonos neutros en piezas llenas de volumen, plisados y ondas que realzan las líneas femeninas. En ella participó la modelo brasileña Fernanda Abbott, quien dijo estar feliz de volver a este evento y trabajar nuevamente con Carrizosa.
Por su parte, algunos de los diseñadores que debutaron en esta edición del Bogotá Fashion Week fueron Stevan Valencia, del diseñador Luis Stevan García; Ivory Atelier, de Javier Gómez; Camilo Franco y Cala de la Cruz, de Carolina López; y a Modo Mío, de Francesca Sesana.
Algo más que desfiles
Esta fiesta de la moda no sólo fue pasarelas, sino que también hubo talleres y conferencias en donde las discusiones rondaron alrededor del diseño independiente, la creación sostenible, la industria y la moda multidisciplinar.
Esta nueva edición inauguró el espacio de tiendas pop-up en las que participaron más de 100 marcas nacionales de ropa y accesorios. La gran novedad permitió que todos los visitantes, puedan adquirir, de manera directa, los looks más destacados de las marcas participantes.
“Fue una edición que innovó, que creció y que tuvo un resultado muy positivo para el posicionamiento de Bogotá como una capital de negocios a nivel internacional”, comentó María Paz Gaviria, gerente de plataformas de la cámara de Comercio de Bogotá.